Una reflexion de mis dias viviendo en Niza , Francia.

En 2017 viví un tiempo en Niza. La escogí casi que al azar. Llegue sola, después de un largo viaje por el mundo, y de haber vivido en NZ(2016) sin tener idea de que iba a hacer. Tenía un permiso de trabajo para Francia (travail et vacances) y como siempre: solo quería vivir cerca del Mar. Cuando vivía en Paris(2013) había conocido mucho de Francia pero más del norte y el este, más tarde viajando conocí el oeste, pero muy poco del sur. Y así comenzó la aventura..

Como no tenía dinero me alojé en un couchsurfing. Cuando llegué, una noche en la cocina noté unos ruidos raros y me percate de que el dueño tenía de mascotas unos ratones blancos. Aún recuerdo sus ojos rojos, y una expresión casi que de confusión. Para comenzar, me asustó saber que el dueño del piso nunca me avisó del detalle. Moría de miedo cuando los vi.

Lo Irónico es que le tenía miedo a unos ratones y no a la incertidumbre de vivir y viajar sola por allí. Todavía me pasa, aunque con las cucarachas.

No fue hasta unos pocos días más tarde que encontré trabajo de camarera y tomé la excusa para irme de allí.. pero no todo fue tan fácil. Para empezar, No me acordaba de mucho de hablar en francés y ya el primer día cuando llegue a trabajar me dicen que la encargada estaba enferma y tenía que llevar todo el restaurante yo sola. Así empezó la aventura. ..

Después vino la encargada de Rumania y nos hicimos amigas. Aunque esa es una historia aparte, que dejaré para otra ocasión. Después llego Javiera, una argentina que nos hicimos buenas amigas. Juntas nos reíamos de tener que limpiar pisos a las 00h cada día. Nos poníamos música y limpiábamos bailando. El pizzero nos gritaba en italiano.. **putain de la madonna** Y nosotras más fuerte poníamos la música para no escuchar sus quejas.

En las tardes durante los descansos nos íbamos a la playa, y luego volvíamos a trabajar. Nos reíamos de nuestro francés. Comiamos allí. Pasabamos horas y horas trabajando y disfrutando. Nos reíamos de la vida misma.

Vivía en un altillo de 12m2, con la ducha y la cocina al lado, mirando a mi cama. Pero tenía una ventana que veía las estrellas cada noche. Y también la luna. No necesitaba que nadie me baje la luna. La tenía enmarcada y toda para mi, cada noche. No recuerdo cómo era feliz viajando sin rumbo, sin dinero y con unos trabajo tan de mierda. Pero si recuerdo que nunca necesité mucho para ser feliz. Ni lo necesito. . .


Foto tomada por mi:

Mis recuerdos más felices siempre han sido con poco y nada. Viviendo simplemente el presente sin más.

Reflexion: Vivan, solo nos llevamos memorias.

Continuará…

#travel #worldtrip #nice #niza #cotesdazur #france #europe #traveller #traveller_stories #beach #life

Macarena Urchipia